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Círtica: Las Mutaciones



Por Daniel Mumont 


Hay películas que se planean, y otras que se necesitan. 'Las Mutaciones' pertenece a la segunda categoría. Su director decidió hacerla después de un episodio que le fracturó la vida: un asalto absurdo en el Festival de Berlín en 2017. Le quitaron el celular, sí, pero lo peor vino después: un empujón, un resbalón, un golpe seco en la cabeza, el hielo como cama improvisada, dos horas tirado, hipotermia inminente ,una ambulancia avisada por un taxista y un corazón que estuvo a punto de apagarse.


Seis meses más tarde, caminaba otra vez… pero como niño pequeño. Con esa fragilidad recién descubierta, con la memoria del miedo instalada en los huesos, decidió filmar esta historia. 



La cinta toma la novela de Jorge Comensal y la transforma sin traicionarla: conserva su humor raro, su tristeza sin histeria, su retrato de lo absurdo que es enfermarse. Pero el director le agrega su propia sombra, ese temblor interno que deja cualquier experiencia límite.

'Las Mutaciones' ya no es sólo la historia de un hombre que se derrumba físicamente: es la historia de cualquiera que ha sentido que la vida se puede acabar en un instante ridículo.


Dalton da uno de sus trabajos más finos, porque no se apoya en lo que suele brillar en pantalla: su voz, su ironía, su energía habitual. Aquí interpreta a un hombre en enfermedad terminal que pierde no sólo el cuerpo, sino la posibilidad de expresarlo. Y desde ese silencio obligado, Dalton construye un personaje hecho de gestos fracturados, respiraciones tensas, miradas que cargan más de lo que pueden sostener.


Su esfuerzo físico es evidente: el cansancio no se actúa, se siente. Y el esfuerzo mental también: la contención, la rabia muda, la dignidad que se escapa entre los dedos. Todo eso sin una sola frase grandilocuente.



A la película le gusta mezclarse: un poco de risa amarga, un poco de ternura que llega sin avisar, una dosis de incomodidad que hace que uno no sepa si reír o quedarse en silencio. Esa tensión —tan propia de la novela y del cine mexicano que no quiere solemnidad— la maneja con naturalidad.La familia del protagonista no sabe qué hacer, y eso está bien: nadie sabe cómo abordar la muerte de alguien que sigue vivo.


La cinta muestra torpezas, miedos, egoísmos, cariño mal acomodado. En vez de corregirlos, los abraza. Y ahí es donde se siente más verdadera.Y por eso funciona: porque no quiere aleccionar, sino acompañar. Porque no dramatiza, sino que observa. Porque no explica la muerte, sino que retrata el temblor de estar vivo.


Las Mutaciones' es una adaptación sensible con humor negro y que nos refleja la verdad que a veces no queremos confrontar, la cinta llegará a salas de cine el próximo 20 de noviembre.  

Círtica: Las Mutaciones
Daniel Mumont 19 de noviembre de 2025
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