El cineasta italiano se propone desafiar las tendencias actuales del terror con El pozo: rituales satánicos, para volver a sus raíces más viscerales y extremas.
ALAN HERNÁNDEZ
El cineasta italiano Federico Zampaglione ve el terror no solo como un género cinematográfico, sino como una experiencia sensorial que debe provocar reacciones intensas en la audiencia. Su nueva película, El pozo: rituales satánicos, es una apuesta por un regreso a las raíces del horror más radical, inspirado en los clásicos de Dario Argento y Lucio Fulci.
"Creo que, bueno, es una película un poco loca, y queríamos hacerla tan extrema y tan por encima... un poco violenta. Es muy violenta. Porque, sabes, últimamente el escenario del terror en Italia es completamente diferente de lo que era en el pasado", explicó Zampaglione en entrevista con Cinespoilers México.
Su intención es alejarse del "terror suave" que domina el mercado y devolver al género su esencia perturbadora.
El cineasta lamentó que, en los últimos años, el género en Italia se haya vuelto menos arriesgado, enfocado en producciones televisivas que evitan cualquier disrupción estética o narrativa.
"Solo quieren hacer las cosas muy ligeras, y sí, tal vez haya un poco de terror aquí y allá, pero ponen mucho cuidado en no ir demasiado lejos. Así que queríamos traer de vuelta ese tipo de películas sin compromisos comerciales o de moda, un poco impredecibles, un poco extrañas".
En El pozo: rituales satánicos, Zampaglione busca recuperar esa sensación de desconcierto y extrañeza que caracterizó al giallo italiano, género considerado una escuela para el slasher.
"Si ves alguna película de Dario Argento, no te preguntas todo el tiempo por qué esto o aquello está sucediendo.
Pienso en Suspiria, es más como: ‘¿Qué demonios es esto?’. Te encuentras en un mundo muy loco, colorido y sangriento, y solo te sientes como si tuvieras un sueño. Y eso es lo que queríamos hacer con El pozo: que te encuentres completamente en una situación en la que no sabes qué está pasando".
Además de su atmósfera pesadillesca, la película también tiene un trasfondo social: "Hoy en día, si pones a alguien frente a la oportunidad de ganar mucho dinero y de ser poderoso, incluso si esta persona es completamente diferente de esa perspectiva, es muy probable que haga ciertos escenarios sin espantarse.
Pero queríamos traer un mensaje político y social al final, que es un poco inesperado comparado con el resto del filme", reveló el director, quien, al igual que en la vieja escuela, mezcla a un personaje estadounidense con los italianos, encargados de explotar el terror.
Un elemento clave en la historia es la simbología del huevo, que Zampaglione describe como "un lugar muy distorsionante, misterioso, espeluznante, loco".
Esta imagen, junto con otros elementos góticos, contribuye a crear una película que busca evocar el terror más primitivo y visceral.
Finalmente, Zampaglione explicó su decisión de filmar en inglés en lugar de italiano, una elección impulsada por su amigo, el enigmático Dario Argento.
"Hacer el filme en inglés da la oportunidad a la gente que vende el filme de comercializarlo en casi todos los lugares. De hecho, ha sido vendido en muchos territorios, y no quería mantenerlo solo en Italia.
A menos que trabajes con Netflix o con una gran plataforma —en esos casos quieren mantener el lenguaje local—, pero si no, como fue nuestro caso, hay que optar por diversificarse. Aunque no abandonamos del todo la lengua, y jugamos con los diálogos en ambos idiomas".
El pozo: rituales satánicos llegará a los cines mexicanos el 3 de abril.
El pozo: Federico Zampaglione expone rituales satánicos terror lejos de las modas