Ir al contenido


'La Reserva' de Pablo Perez Lombardini: Da voz al territorio y dignidad en resistencia


Por Daniel Mumont 

Ganadora del Mejor Largometraje Mexicano en el FICM 2025La Reserva, ópera prima de Pablo Pérez Lombardini, confirma la llegada de una nueva voz en el cine nacional. Una voz que combina la sensibilidad del observador con el rigor del narrador, y que se adentra en uno de los temas más urgentes del presente: la defensa del medio ambiente y la dignidad de quienes lo habitan.

En Monte Virgen, una comunidad cafetalera rodeada por montañas, Julia, guardabosque y protectora del lugar, descubre que la tala ilegal avanza sobre los bosques que ha cuidado toda su vida. Su intento por detener la destrucción la enfrenta no solo a los responsables, sino a la indiferencia de quienes prefiere mirar hacia otro lado. Entre amenazas, aislamiento y pérdidas, Julia se aferra a lo único que no pueden arrebatarle: su dignidad.

Un cine que nace de la escucha

Para Lombardini, la película representa un ejercicio de observación y humildad. “Fue refrescante salir de mi propio ámbito y aventurarme a una parte del país que desconocía. Llegué con la intención de escuchar lo que la gente tenía que contarme”, comenta.

Esa voluntad de escucha permea toda la cinta: La Reserva no impone una mirada, sino que dialoga con el paisaje humano y natural de Monte Virgen, construyendo un retrato profundamente mexicano desde lo cotidiano.

Ficción con alma documental

Aunque podría confundirse con un documental, La Reserva es una ficción cuidadosamente estructurada. Lombardini eligió ese camino para preservar la libertad creativa y la seguridad de quienes inspiraron la historia.

“La diferencia entre ficción y documental cada vez es menos clara. Lo importante es encontrar lo vivo en cada plano, equilibrar el control con la belleza de lo real”, explica.

El resultado es una película híbrida que combina la textura del documental con la potencia emocional del drama. Su fotografía naturalista y su ritmo contemplativo permiten que la historia se desarrolle como un retrato íntimo de resistencia silenciosa.

Rostros reales, emociones verdaderas

Uno de los rasgos más distintivos de La Reserva es el uso de actores no profesionales, habitantes de la región que interpretan versiones ficcionalizadas de sí mismos. Para Lombardini, esta decisión no fue un gesto estético, sino una declaración ética:

“El cine puede captar la esencia de una persona de formas insospechadas. Hay gente cuyo cuerpo, rostro o voz ya proyecta algo. Si no intentas controlarlo, la imagen adquiere densidad por sí sola.”

Gracias a esa elección, cada mirada y cada gesto en la película transmiten una verdad que trasciende el guion. Los personajes no actúan: viven frente a la cámara.

El rostro de Julia, cansado y decidido, encarna una fuerza emocional que el espectador reconoce más allá de las palabras. Esa autenticidad es lo que otorga a La Reserva su poder: una humanidad palpable que el cine pocas veces se atreve a mirar sin filtros.

Retratar con dignidad

Lombardini subraya que su objetivo no era denunciar desde la distancia, sino restituir la dignidad de los personajes rurales. “Me honraría que la película fuera vista en comunidades rurales y que se reconocieran en ella”, afirma.

El director concibe su cine como un espacio de respeto mutuo, donde la cámara se convierte en una herramienta de encuentro y no de explotación.

Distribuir desde la conciencia

El realizador busca también que La Reserva contribuya a repensar los modelos de exhibición en México. “Queremos que el cine recobre su relevancia acercándose a los temas urgentes. Hay una convergencia entre la crisis ambiental y los retos de distribución del cine nacional. Podemos usar esa coincidencia para impulsar un diálogo social”, comenta.

Tras su éxito en Morelia, Lombardini trabaja en una estrategia de distribución alternativa, enfocada en llevar la película a comunidades rurales y espacios independientes. Paralelamente, desarrolla un nuevo proyecto documental sobre el agua, continuidad natural de las preocupaciones ecológicas que vertebran su obra.

El eco del bosque

Más que un relato sobre la tala ilegal, La Reserva es una meditación sobre la impotencia, la resistencia y la dignidad. A través de Julia, Lombardini construye un retrato contenido, donde cada silencio pesa tanto como una palabra. 

La cinta permite hacer un recordatorio que defender el territorio también es defender la memoria

'La Reserva' de Pablo Perez Lombardini: Da voz al territorio y dignidad en resistencia
Daniel Mumont 28 de octubre de 2025
Compartir
Etiquetas
Nuestros blogs


“No sé cómo ser”: El retrato de una generación en crisis