Por primera vez, después de dos décadas de trabajo, el director Iván Ávila Dueñas presenta su nuevo documental Maricota y el tiempo, que tendrá su estreno mundial en el festival DocsMX. La película, narrada por el reconocido actor Joaquín Cosío, reconstruye la vida de una pareja —una mujer boliviana y un hombre mexicano— que se enamoran en el corazón del Amazonas y, desde ese rincón improbable, se convierten en testigos del convulso siglo XX.
Una historia de amor y de historia
Lo que comienza como un relato íntimo de amor entre Hortensia y Raúl, dos almas errantes que se cruzan en la frontera entre Brasil y Bolivia, se convierte en una crónica de la transformación del mundo moderno. Desde su historia personal, el documental hilvana los grandes acontecimientos que definieron una época: la explotación de materias primas, la industrialización, las guerras mundiales, las crisis económicas y el surgimiento del crimen organizado como nueva forma de poder.
“Esta historia de Hortensia y Raúl pertenece a la generación que trabajó en la transformación de las ciudades en medio de la posrevolución institucionalizada de México”, explica Ávila Dueñas. “Ellos se conocieron en la frontera entre Brasil y Bolivia, y decidieron hacer vida a casi seis mil kilómetros de distancia, en el semidesierto. Su vida sucedió entre el caucho y la gasolina, como agentes de un sistema de expansión del mercado del automóvil en el siglo XX”.
Una odisea cinematográfica de 20 años
Maricota y el tiempo no solo es un relato emocional; también es una hazaña técnica y creativa. El filme tardó dos décadas en realizarse, con rodajes en Brasil, Bolivia, Francia, Guadalajara y Zacatecas, bajo la producción de Jorge Molina Merino.
El resultado es un mosaico visual sin precedentes, donde confluyen miles de imágenes de archivo y materiales históricos que van desde fotografía análoga de 35 mm, diapositivas a color, filmaciones en 8 y 16 mm, fotografía microscópica, hasta imágenes satelitales en 4K. Esta mezcla de soportes crea una textura cinematográfica que funde lo personal con lo universal, lo íntimo con lo histórico.
El lenguaje del documental, cercano al cine experimental, combina las voces del pasado con el poder evocador de los recuerdos. A través de películas caseras, archivos familiares y recursos poéticos, Ávila Dueñas reflexiona sobre el paso del tiempo, la fragilidad de la memoria y el papel del individuo dentro de los grandes procesos históricos.
Joaquín Cosío: la voz del tiempo
La narración a cargo de Joaquín Cosío —una de las voces más potentes y reconocibles del cine mexicano— dota al relato de una gravedad emocional y poética que acompaña el viaje visual del filme. Su voz guía al espectador a través de una travesía donde la historia de una pareja se convierte, poco a poco, en la historia de todos.
El esperado estreno mundial de Maricota y el tiempo se llevará a cabo en el marco del festival DocsMX, con dos funciones:
- Martes 28 de octubre, 20:00 horas, en Cinemex Insurgentes
- Miércoles 29 de octubre, 16:30 horas, en el Parque España
Entre la micro y la macrohistoria
Con una mirada que trasciende lo documental, Maricota y el tiempo propone una reflexión profunda sobre el sentido de la historia humana. En su núcleo late una pregunta esencial: ¿cómo se escribe la historia del mundo cuando se observa desde los afectos, los cuerpos y los sueños individuales?
Iván Ávila Dueñas no busca respuestas definitivas, sino imágenes que se resisten al olvido. En ese intento, su película se convierte en una obra de arte sobre el paso del tiempo, la persistencia del amor y la memoria como un acto de resistencia frente a la vastedad del siglo XX.


Maricota y el tiempo: un viaje íntimo y monumental por la historia del siglo XX