El Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), en su edición número 23, recibirá del 10 al 19 de octubre —con funciones inaugurales desde el día 9— a una de las propuestas más singulares de la competencia documental: Miraba caer gotas iluminadas por los relámpagos, y cada que respiraba, suspiraba, y cada vez que pensaba, pensaba en ti, dirigida por José de Jesús Gutiérrez.
El título, largo y poético, no es casualidad. Como explica el realizador, nace de un fragmento de Pedro Páramo de Juan Rulfo y responde a su interés por cerrar con fuerza una trilogía de películas caracterizadas por títulos provocadores y profundamente evocativos. “Quería terminar con un título tan largo, tan poético y tan romántico”, afirma Gutiérrez.
Un barco fantasma en la memoria histórica
El eje narrativo del documental es la Nao de China, el galeón español que durante más de 300 años cruzó el océano Pacífico conectando Filipinas, China y México. Para Gutiérrez, se trata de un punto de origen del mercantilismo y del capitalismo moderno, pero la película no busca dar una lección histórica convencional.
El director entrelaza datos, imágenes y testimonios con relatos fantásticos: un marinero que lanza una carta de amor al mar antes de morir, un fantasma que busca su eco, o incluso un hombre teletransportado. De esta manera, el filme se mueve entre la memoria colonialista y las posibilidades de la ficción poética, construyendo un mosaico en el que la realidad y la imaginación se espejean constantemente.
Entre documental y ficción: una película soñada
Aunque competirá en la sección documental, Gutiérrez rechaza la necesidad de definir su obra dentro de los límites del género. “Yo estaba haciendo una película, más allá de si es documental o ficción”, explica. La filmación se llevó a cabo en México, China y Filipinas, con un proceso de investigación de varios años y una preproducción exhaustiva, pero con un desarrollo orgánico: el guion se escribía al mismo tiempo que se rodaba, dejando espacio a lo inesperado.
El resultado es un viaje meditativo, donde lo político y lo íntimo conviven. No se trata de explicar el colonialismo ni de reconstruir la historia de la Nao de China, sino de invitar al espectador a cuestionarse, a reflexionar sobre el amor, la memoria y la resistencia cultural.
Una experiencia sensorial y política
El director también reconoce un impulso personal detrás de la obra: su deseo de conocer Filipinas, su interés por la geopolítica y la historia latinoamericana, y hasta su vínculo con la cultura punk. Todo ello desemboca en un filme que habla tanto de barcos fantasma como de luchas históricas, tanto de amor como de colonialismo.
En palabras de Gutiérrez, la cinta no ofrece respuestas definitivas: “Es una película sobre un barco fantasma, delirios y locura juvenil”. Una declaración que sintetiza el espíritu libre y experimental de su propuesta.
Con su estreno en el FICM 23, Miraba caer gotas iluminadas por los relámpagos… promete ser una de las experiencias más provocadoras y sensoriales del festival. Al ser no solo un documental, ni solo una ficción: es un viaje entre México, China y Filipinas; entre la historia y la ensoñación; entre lo político y lo poético.
“Miraba caer gotas iluminadas por los relámpagos…”: un viaje entre historia, fantasmas y amor en el FICM 2025